Abordamos el ferry que nos llevaría a la Isla de Ometepe como a eso de las 9 de la mañana, si no me equivoco íbamos a Altagracia. Parte del grupo decidió ubicarse en la parte de arriba de la embarcación, pero la Maria y yo nos quedamos abajo, al igual que otros compañeros, ella se sentó a la orilla de una de las ventanas para apreciar el paisaje, yo como siempre al lado de ella.